No importa si no leíste la primera parte, aquí también hay recomendaciones para comer sabroso día y noche, en uno de mis barrios preferidos de la City
Todo comenzó en noviembre del año pasado, cuando cumplí mi sueño de vivir en el Casco Antiguo por un fin de semana. Siempre he sido una enamorada de sus calles angostas, su arquitectura colonial, sus plazas históricas y edificios fotogénicos.
El Casco es uno de los barrios más gastronómicos de la ciudad. Aunque la pandemia afectó mucho al sector en el último año y obligó a varios locales a cerrar definitivamente, han surgido nuevas propuestas para complementar la oferta culinaria.
Pero antes de contarles sobre mi recorrido foodie que incluyó hallazgos deliciosos, volvamos a mi estadía de ensueño. Todavía no olvido la casa St. George, ubicada frente a las ruinas de la compañía de Jesús, un pequeño edificio restaurado por la desarrolladora inmobiliaria Dekel Holdings fundada hace ocho años.
Dekel es una compañía de referencia en el rubro de bienes y raíces y se especializa en el alquiler y venta de oficinas y apartamentos en ciudad de Panamá, principalmente en el Casco Antiguo.
Señora Petra
Este año regresé a Casco y me hospedé en una bonita casa de Dekel llamada Señora Petra. Al entrar y subir las escaleras te recibe un letrero de neón rojo en el vestíbulo con la frase Good Vibes Only (Solo buenas vibras) ¿Hay algo más cool que eso?
Señora Petra está en la calle 11 del Casco, la misma que conecta la Av. Central con la Av. B, una vía muy concurrida llena de arte, color y música. El departamento tiene dos plantas con cocina abierta, dos habitaciones, sala y balcón. Muy bien iluminado, moderno y minimalista.
Está cerca de restaurantes, y uno que otro tesoro escondido, que incluí en mi itinerario de fin de semana con opciones para desayunar, tomar un coctel, almorzar y cenar. ¡Ahí te va!
Día 1
Desayuno en el Dining room del American Trade Hotel:
Luego de varios meses con las puertas cerradas el American Trade Hotel ha vuelto a recibir a sus huéspedes. El dining room de la planta baja es famoso por servir desayuno y brunch todos los días, todo el día, a partir de las 9:00 am. Es un comedor amplio y elegante, al igual que el resto del hotel situado en un edificio construido en 1917. Tan instagrameable como los mosaicos azules que cubren el suelo. Esto es lo que tienes que probar: los huevos benedictinos con filete al gril sobre tortilla de maíz, a lo panameño, aguacate, pimentón rojo y salsa holandesa de chipotle. Si vas con niños las panquecas con cereal Fruity Pebbles son una opción colorida a la vista e ideal para compartir. Estos platos están disponibles en el menú del brunch. Sin embargo, también puedes pedir platos del menú regular como los patacones con pulled pork. ¡Son deliciosos!
Dirección: Av. A, Plaza Herrera, calle José de Obaldía, entre calle 9 y 10. Se recomienda reservar, sobre todo si es día domingo.
Instagram: @Amtradehotel
Almuerzo en Aki y cocteles en La Bárbara
Salí del hotel y caminé hacia la Avenida B en busca de mi próximo hallazgo. Un bar escondido detrás de un salón de belleza. Sí, como lo lees, se llama La Bárbara y no solo sirven cocteles en la barra, también puedes pedir comida japonesa del antiguo restaurante Aki sushi. Aki y La Bárbara se juntaron para ofrecer una propuesta de sabores asiáticos, platos frescos y sencillos a precios accesibles, y una carta de cocteles con ingredientes nacionales preparados por el bartender Brian Perdomo.
Perfect match ¿no? Esto es lo que tienes que probar: los rollos de sushi, hay para veganos, la sushi pizza y el spicy atún en arroz crujiente, para compartir. Si eres vegetariano prueba los spring rolls con verduras frescas y salsa de chile dulce. De los cocteles de la casa el más pedido es el Oaxacan en Panama servido con Mezcal, ron, agave, piña y ají chombo. Volveré para probar el resto.
Dirección: Hairarchy Salon, calle 8 con Avenida B.
Instagram: @Akipanama @LaBarbaraCasco
Experiencia con cacao panameño:
Ya hacía falta un rincón con olor a chocolate en el Casco y Nomé llegó para quedarse. Su pequeño laboratorio está en la planta baja de la casa 8-23 (que por cierto también es de Dekel). Allí reciben grupos de 10 personas máximo, para explicarles el proceso de fabricación de sus barras y bombones.
Eric Reluz fundó este emprendimiento hace dos años aunque su curiosidad por el cacao panameño nació mucho antes. Nomé trabaja de la mano de productores locales ubicados en Bocas del Toro y Colón donde se encuentran las plantaciones de cacao. Durante la visita al laboratorio aprenderás sobre el proceso del grano a la barra, harás tu propia barra de chocolate y degustarás algunos de los bombones. El cupo por persona cuesta $25 (niños $15). Debes reservar con antelación en cualquier de los horarios disponibles.
Dirección: Calle 11 Oeste, Casa 8-23.
Instagram: @NomeChocolate
Cena en el Caffe Perdue de Manuela:
Luego de merendar bombones de maracuyá, llegué a Caffé Perdue, un restaurante de auténtica comida italiana atendido por su simpática dueña Manuela. Este localcito de ambiente sencillo, tiene unas pocas mesas de color blanco y un estilo muy similar a la casa de tu abuelita, esa que solo quiere prepararte un buen plato de pasta. En el menú hay recetas muy tradicionales, todo hecho a mano, con ingredientes de calidad. Esto es lo que tienes que probar: burrata fresca con focaccia o una tabla variada de quesos italianos para empezar y luego puedes elegir entre las pastas y las pizzas. Cabe destacar que Caffé Perdue ha sido premiado por sus pizzas artesanales, así que no dejes de probarlas.
Dirección: Avenida A entre Calle primera y Calle segunda (antes de llegar al Paseo Esteban Huertas)
Instagram: @CaffePerduePty
Día 2
Brunch con el conejito Dodó
¿No conoces la historia de Dodó? te la cuento. Se trata de un conejito blanco de origen francés que llegó a Panamá para compartir sus recetas de cocina. Sí, es un conejito panadero y vive en el Casco Antiguo desde hace varios años. Seguro has pasado muy cerca de Dodó Bon Pan Café, un lugar chico con un toque parisino encantador, donde podrás desayunar o brunchear. Marcela, la propietaria, es muy amable y atenta.
Esto es lo que tienes que probar: cualquier opción del menú especial de brunch, todas incluyen café, jugo y un parfait de yogurt y frutas. Pedí tostadas, una con aguacate y chía y otra con salmón y queso crema, más huevos revueltos; las tostadas francesas con chispas y sirope de chocolate también estaban deli. (los precios varían entre $17 y $20). Marcela, la dueña de Dodó, ofrece platos veganos y vegetarianos ¡y postres también! (no te vayas sin probar uno). Recientemente agregó picadas y cocteles para pasar la tarde y tiene un pequeño mercado de antigüedades para los amantes de los objetos con historia.
Dirección: Final de calle 1era, frente a la Plaza de Francia
Instagram: @DodoBonPanCafe
Almuerzo con sabor israelí
Después de Dodó, uno de esos tesoros bien guardados de Casco que vale la pena descubrir, llegué a otro lugar que se coló en mi lista de favoritos de inmediato. De las tostadas con salmón del desayuno, salté a un buen pita sándwich con falafel preparado por la chef Ayelet en su restaurante Lula.
El concepto gastronómico de Lula está inspirado en las raíces de la chef, mitad israelí y mitad panameña. El menú revive los platillos del street food de Israel combinado con una que otra fritura, porque estamos en Panamá y a la chef Ayelet le encantan las frituras. Esto es lo que tienes que probar: plátano en tentación crunchy para arrancar, el Hummus Sabij con berenjenas, huevo apanado, pico de gallo y cebolla encurtida (también puedes pedirlo con kebab, un pincho de carne). El pita sándwich con falafel no puede faltar.
Dirección: Av.Central 1100, frente al Hotel La Concordia.
Instagram: @lulacasco507. Chequea siempre los horarios antes de ir.
Tarde retro en Casa Catedral
Cerré el domingo en este lugar que sorprende en cada detalle, me atrevería a decir que no hay nada igual en casco. Se llama Casa Catedral y es un museo de antaño con un restaurante en la planta baja. La casa tiene dos pisos y conserva sus paredes originales, dicen que está allí desde los años 1800. En su interior hay una colección de carros antiguos, entre otros objetos como un piano, una rocola y hasta una máquina de escribir. Una guía te invita a hacer el recorrido, en el segundo piso hay un área para hacer eventos privados, más otras antigüedades por curiosear.
¿Te imaginas cenar con un Ford de 1916 a tu lado? Ese es el ambiente vintage que encuentras en Casa Catedral. Y Con respecto al menú, esto es lo que tienes que probar: El Kraken: pulpo salteado en aceite de oliva con puré de papa rústico de queso manchego y un toque de salsa de pimentón piquillo ahumado. También puedes pedir un sándwich cubano y un coctel para acompañar.
Dirección: Calle 5ta Oeste, a un costado del Museo del Canal.
Instagram: @Casa.Catedral
¡Espero hayas disfrutado este volumen 2, no te pierdas Casco Foodie Guide Vol.1!
Recuerda hacer tu reserva con antelación.
Para más información sobre alquiler y venta de apartamentos en Casco Antiguo visita Dekelholdings.com /Instagram: @Dekelholdings
Fotos: Jorge Jiménez /@Yorchswork.