La oferta gastronómica en Bogotá es diversa y muy amplia, en este post les cuento sobre los restaurantes que visité en mi corto recorrido
Bogotá se ha convertido en un destino obligado para foodies. La primera vez que la visité fue hace muchos años. Esta vez me di la oportunidad de descubrir su oferta gastronómica, desde sus platos tradicionales hasta sus nuevas propuestas. Hice una lista, pero me fue imposible ir a todos los restaurantes que tenía en mente. Aun así me las arreglé para desayunar en Usaquén, almorzar cerca del Parque El Virrey y cenar en la Zona T. Siempre habrá una excusa para volver, recorrer la ciudad, disfrutar su frío clima, beber un buen vino y ¡comer! Aquí les muestro solo un bocado de lo mucho que Bogotá tiene para probar. Si estás planeando un foodie trip, estas son mis recomendaciones:
Árbol del Pan: en una callecita de Chapinero está Árbol del Pan, una panadería artesanal que comenzó a puerta cerrada como proveedora exclusiva de restaurantes. Luego se convirtió en un rincón encantador con pocas mesas, donde además de vender panes dulces y salados, ofrecen desayuno todo el día más una carta con paninis, sopas y ensaladas. Probé las tostadas francesas de pan de maíz con mermelada de la temporada y frutos rojos, una ración muy sencilla que sugiero no compartir. También pedí un croissant hecho en casa, con huevo poché, jamón serrano, espárragos y salsa holandesa. Delicioso. De postre hay que probar el croissant de almendras y pedir unos rollos de canela para llevar.
Ubicación: Calle 66 No. 4A -35. FacebookB y Twitter.
La Puerta Falsa: Si lo que quieres es probar el clásico ajiaco, La Puerta Falsa en La Candelaria es el lugar. Todos los días lo sirven de almuerzo a partir del mediodía. Viene con una ración de arroz, un trozo de aguacate, alcaparras y crema de leche. El ajiaco es una sopa bien sustanciosa de esas que le despiertan el cuerpo a cualquiera, tiene pollo y verduras (+ una mazorca). La Puerta Falsa es un icono de la ciudad, es el restaurante más antiguo con casi dos siglos de historia. También son famosos por sus tamales, otra opción para almorzar. De tomar hay que probar el jugo de lulo y el chocolate santafereño.
Ubicación: calle 11 con 6ª en el costado norte de la Catedral Primada.
Wok: Este es sin duda uno de los favoritos en gastronomía asiática. Wok ofrece platos con influencia japonesa, vietnamita y camboyana. Si van un viernes por la noche puede que tengan que hacer fila para entrar. Es una muy buena opción para almorzar, cenar y compartir con amigos. De hecho en la carta hay “platos para compartir”, de allí elegí el Suno-mono, alga wakame y pepino con salsa de vinagre de arroz, germinados y salsa de soya, muy fresca. También probé las tradicionales gyozas al sartén rellenas de nira y col china y hongo shitake (mis preferidas), una buena tanda de sushi de 6 unidades con pepino y atún (tekka-kappa maki) y el sashimi del día con variados cortes de pescado. Todo estaba fresco y en su punto, algo que no puede faltar en un restaurante de comida asiática. Wok tiene varias sucursales en la ciudad. La que visité está en la Zona T.
Ubicación: Carrea 13, No. 82- 74. Zona T. Sitio Web y Twitter.
Canasto Picnic Bistró: Así se llama la nueva propuesta de Alejandro Cuellar, catalogado como uno de los chefs revelación de la escena gastronómica colombiana. Además de su empresa personal llamada 5 sentidos, Cuellar presentó este año su nuevo restaurante Canasto Picnic Bistró. Se trata de una iniciativa basada en lo que el chef llama “comida consciente”, platos preparados con ingredientes locales que realzan su naturaleza. Entre los más recomendados por Cuellar están la ensalada de pulpo con caraotas blancas y flores comestibles, servida en una ración generosa y muy colorida a la vista. Luego vino la hamburguesa Canasto con carne de res, pesto, pimentones rostizados, mermelada de cebollas, zucchinis y zanahorias a la parrilla. Muy sabrosa y bien balanceada. Los jugos de la casa también son deliciosos. ¡Vayan también a desayunar!
Ubicación: Calle 88 #13a -51 (pet friendly) Facebook e Instagram
Abasto: Ya había leído sobre este lugar en mi foodie investigación previa (esa que todos hacemos para saber cuáles son los restaurantes que no podemos dejar de visitar cuando vamos de viaje) Es uno de los más recomendados para desayunar o ir de brunch. Además de sus ricos platos inspirados en la cocina colombiana, el concepto mezcla la idea de un restaurante con un ambiente de mercado. Las mesas son de madera, la cocina es abierta y al fondo puedes comprar productos locales exhibidos en diversos mostradores. Pedí huevos sobre arepa de camote con queso campesino y chorizo santarrosano, con chocolate frío santafereño y café. Ah y también unas arepas guajiras calientitas con suero. Hay mucha variedad en la carta entre panes, arepas, jugos, huevos y paquecas. Los domingos hay que ir muuy temprano, porque se pone full.
Ubicación: Carrera 6 #119b-52, Usaquén. Sitio Web.
No olviden visitar la cervecería Bogotá Beer Company, comer helados de paleta en La Paletteria, probar las obleas con dulce de leche y mora que venden en La Candelaria (las que comió Mick Jagger están a media cuadra de la Plaza de Bolívar, en el puesto de la Sra. Yaneth, no se dejen engañar por otros). ¡Compren también Choco ramo, café y Holandinas!