Daniel De Mena: “Cerrar Lynchburg fue el final de una era”

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La casita del rock será recordada por su estilo irreverente. Luego de seis años en el mercado local, el bar cerró sus puertas en medio de la crisis por el coronavirus

Mitad panameño, mitad alemán. Daniel De Mena Holz nació en Berlín y a los veinticuatro años regresó a Panamá. Cree fielmente en el rock and roll aunque en su opinión ha sido desplazado poco a poco por otra pandemia llamada reguetón.

En 2014 abrió Lynchburg, un pub con un estilo muy particular donde combinó sus raíces europeas y su pasión por la ciudad de Nueva York. La casita del rock, como le llamaban sus seguidores, marcó una época y se caracterizó por las noches de música en vivo, las cervezas frías y un menú de hamburguesas y salchichas alemanas.

La casita del rock /Foto: cortesía de Lynchburg.

Pero el buen ambiente y los conciertos se apagaron con la llegada del COVID-19 en marzo de este año. Tras meses de lucha por mantener el bar a flote con un staff a medias, deudas con proveedores y pocas ventas solo por delivery, Daniel tomó la decisión de cerrar el bar y entregar el local de vuelta a sus propietarios. “A los que quieran un pedacito de Lynchburg estaremos vendiendo todo a precios de remate”, publicó en Instagram en el mes de julio.

Foto: cortesía de Lynchburg.

LGDF: ¿Cuál era la situación de Lynchburg antes de la pandemia?
DM: Teníamos los números muy bajos. El gobierno anterior nos había golpeado económicamente. Burger Week era la esperanza, pero el evento apenas duró cuatro días y lo cancelaron el 14 de marzo. Inicialmente no queríamos participar, entramos en 2018 cuando nos dimos cuenta de que representaba una facturación alta. La primera vez quedamos entre los favoritos. A la gente le gustó lo que hicimos Jesús Rodríguez, quien fue el chef de Lynchburg, y yo. Este año habíamos lanzado la Glüh burger. Con Jesús sigo teniendo una relación de padre e hijo. Ahora tiene su propio proyecto llamado Burgerholic, una marca que apoyo.

Foto: cortesía de Lynchburg.

LGDF: ¿Cómo nació la idea de abrir un bar como Lynchburg?
DM: Panamá era un país muy rockero, siempre quise ir a un lugar con buena música donde comer algo rico. Mi tío era el dueño del restaurante Steinbock pero ahí no había música en vivo, entonces mi hermano y yo decidimos abrir un local propio que nos gustara, algo cool. Desde el primer día apostamos por un concepto con influencias alemanas y neoyorkinas. Servíamos comida con flow alemán, pero la esencia estaba en el buen ambiente y la música en vivo. La gente no iba a comer a Lynchburg, por eso no nos fue tan bien con el delivery en los últimos meses. La gente iba a pasarla bien.

Foto: cortesía de Lynchburg.

LGDF: ¿Qué opinas de la reacción del gremio gastronómico ante la pandemia?
DM: Cada quien decide como manejar la situación. La ARBYD, Asociación de Restaurantes, Bares y Discotecas de Panamá, ha hecho una labor importante y se ha reunido con representantes del Gobierno. Los restaurantes hoy en día están unidos, pero a la vez no lo están.  Con el periodista Luis Casis hicimos un video que tuvo muy buena difusión en redes sociales, para denunciar la situación actual del sector y ejercer presión. Al final eso es lo único que podemos hacer, ejercer presión. Se trata de que el Gobierno sea receptivo y escuche las propuestas de la Asociación.

Foto: cortesía de Lynchburg.

LGDF: ¿Cuál fue la razón que llevó al cierre definitivo del local?
DM: Cuando el dueño de la casa empezó a presionarme con el pago de la renta. Yo ya estaba endeudado con proveedores, todo se estaba acumulando y las cuentas no daban. Si el virus no me mataba yo iba a morir de ansiedad. Así que decidí pagar la luz y cerrar, pero aun tengo deudas. Lloré. Ya pasé la etapa de luto pero estuve deprimido. Fue muy doloroso cerrar Lynchburg, significó terminar una era. Fue un local que marcó pauta, como muy pocos lo habían hecho en los últimos años. Me siento muy orgulloso de lo que logré y eso no va a cambiar.

LGDF: ¿Qué es lo que más extrañas?
DM: La gente y el ambiente.

Foto: cortesía de Lynchburg.

LGDF: Dijiste que Lynchburg volvería, ¿Qué viene ahora?
DM: He tenido varios acercamientos con empresas, hoteles, personas que se han mostrado interesadas en la marca, pero aún no hay nada concreto. Tengo opciones, pero no sé qué va a pasar, no sé si estaré aquí en Panamá. ¿Quiero volver a abrir? Tampoco lo sé. De volver, no quisiera que Lynchburg perdiera su esencia, ya es un nombre que tiene 6 años en el mercado y durante ese tiempo el público nunca dejó de ayudarme. Estoy muy agradecido por eso.

Corina Briceño
the authorCorina Briceño
Soy Corina Briceño, periodista de profesión y comelona de oficio. Cocino para sobrevivir y me quedan buenos los mojitos. Aquí no encontrarás recetas, solo ganas de comer. Escríbeme a: corina@laguiadelfoodie.com